La historia de la pizza inicia con el consumo de pan por parte de la humanidad en antiguo Egipto, cuando al descubrir la levadura empiezan a prepararse un tipo de panes a base de harina, agua y miel.

En la antigua Grecia el pan fue evolucionando, a los ingredientes se sumaban las especias, ajo y cebolla. Durante la época de Darío I el grande, los soldados persas le ponían al pan queso fundido y dátiles.

En Italia era conocido como “pizza bianca” elaborada con pan, ajo, grasa, hierbas y los demás ingredientes disponibles en la mayoría de los hogares, la pizza era un plato al alcance de la mayoría de italianos. Se creía que el tomate era venenoso, por eso al principio de la historia este ingrediente que hoy es esencial no estaba incluido en la lista para la preparación. Hasta que en el siglo XVI, un campesino quien al no tener más que comer, decidió acompañar su pan seco con un tomate, fue ahí cuando descubrió que el tomate no era venenoso y además ¡Le encantó!

Tras sobrevivir, corrió la voz desmintiendo la creencia del tomate y fue ahí cuando la gente humilde napolitana empezó a comer los panes con sus tomates. Con el tiempo descubrieron que al hornear la masa con los tomates el resultado era un delicioso manjar.

Esta combinación se convirtió en una de las favoritas de los napolitanos, con el paso del tiempo debido a su gran demanda logró diferenciarse del pan tradicional hasta de quienes lo horneaban, originando así un gremio de pizzeros. La pizza era horneada y consumida en los hogares, en las calles era frecuentemente vendida por los vendedores ambulantes. Es hasta el siglo XVII que en Italia se reconoce la pizza como plato popular.

En 1830 se abre la primera pizzería a la que le pronosticaban poco futuro (pese a todo pronóstico hoy en día sigue abierta, es la pizzería “Port Alba”.)

En 1889 Raffaele Espósito, fue el encargado de elaborar unas pizzas para los reyes Don Umberto I y Doña Margarita de Savoya quienes se encontraban en Nápoles, decidieron probar el plato famoso entre la gente humilde de esta ciudad y ordenaron que les fuera llevada la pizza a sus reales aposentos. Raffaele horneó y envió a los reyes 3 pizzas diferentes, una de ellas fue preparada con queso mozzarella, tomates y albahaca. Con esta quería honrar a los reyes poniendo los ingredientes de tal manera que se vieran los colores de la bandera nacional italiana. Esta última resultó ser la preferida de la reina, tanto así que la nombró como “Pizza Margarita”.

A partir de ese momento la pizza favorita de la reina se volvió tan popular que todos querían probarla, extendiéndose por toda Italia hasta convertirse en símbolo gastronómico del país. No tuvo que pasar mucho tiempo para que la pizza fuera conocida en el mundo entero hasta convertirse en lo que es hoy en día, una de las comidas favoritas sin importar nivel social o económico mundialmente.

Fuentes:

- http://blog.universaldeidiomas.com/la-pizza-la-palabra-italiana/
- http://www.palacios.es/para-ti/sobre-la-gastronomia/la-historia-de-la-pizza
- http://blog.universaldeidiomas.com/la-pizza-la-palabra-italiana/